Me comí las palabras,
las palabras amargas que pudieron dañarte,
una a una lentamente,
primero las agudas, después las llanas.
En el reloj hogareño
suena la hora de media noche:
El silencio nocturno me llena la mente
de nostálgicos recuerdos.
las palabras amargas que pudieron dañarte,
una a una lentamente,
primero las agudas, después las llanas.
En el reloj hogareño
suena la hora de media noche:
El silencio nocturno me llena la mente
de nostálgicos recuerdos.
Ya hace tiempo que di por perdidas aquellas ilusiones que
antaño fueron felices;
Solo me queda en el alma el recuerdo inolvidable de las
horas gratas.
Por los senderos nuevos, caminaré despacio,
iré solo, es lo mejor
solo, silencioso,
hasta que venga el alba.
Solo me queda en el alma el recuerdo inolvidable de las horas gratas.
Por los senderos nuevos, caminaré despacio,
iré solo, es lo mejor
solo, silencioso,
hasta que venga el alba.
¿Has oído el ruido que hace el sol cuando aparece la aurora?
¡Quien ama a los hermanos brilla!¡Quien viste de modestia,
viste de gala!
Compañera, si preguntan por mi,
si mis amigos me llaman,
diles que abrumada de pesar y de amargura,
me comí las palabras.
¡Quien ama a los hermanos brilla!¡Quien viste de modestia, viste de gala!
Compañera, si preguntan por mi,
si mis amigos me llaman,
diles que abrumada de pesar y de amargura,
me comí las palabras.